El pasado domingo me levanté alrededor de las 5am, siendo el penúltimo día del mes de Junio, en este tiempo las lluvias son bastantes frecuentes en Mazatlán, y después de una noche de lluvia, la humedad se dejaba sentir, sin embargo, me levanté, me alisté y me dispuse a ir a subir el Faro de Mazatlán.
El Faro de Mazatlán (conocido también
como Cerro del Crestón), tiene una altura aproximada de 157 metros de altura,
lo que lo convierte en el faro natural más alto de Norteamérica. La historia
nos dice que antes de la fundación del puerto mazatleco, era necesario tener un
punto de referencia para los que llegaban por la vía marítima, siendo entonces
el cerro del Crestón lo primero que veían las embarcaciones, se decidió
instalar ahí un faro; en sus inicios se utilizaban lámparas de aceite y otros
materiales, poco se fue mejorando en este sentido y actualmente funciona con
una linterna que tiene una intensidad luminosa de 600,000 candelas, y tiene más
de 48 millas náuticas de alcance.